A continuación os presento un artículo de Juan Casado, que
ejerce su labor profesional en el Hospital Infantil del Niño Jesús y en la
Universidad Autónoma de Madrid y parece que algo sabe del tema en cuestión. Es
bastante interesante, os recomiendo que lo leáis porque os puede ayudar para
informar a los padres de nuestros futuros alumnos.
VENTAJAS DE LA TELEVISIÓN PARA EL NIÑO (El Mundo, 26
de junio de 2009)
La televisión es una realidad en la vida de la mayoría de
los niños del mundo, en ella ven un mundo unas veces real y otras de ficción, a
veces el mundo donde viven, otras uno lejano. Las imágenes, escenas, ruidos,
música y conceptos que ven los niños en la televisión, contribuyen
poderosamente a su educación. También a sus gustos, incluso a su moralidad y código
de conducta, de manera tan influyente o más que su familia. Muchos niños
pequeños pasan tantas horas frente a la televisión como en el colegio y algunos
niños mayores y adolescentes están más horas viendo la televisión que con sus
padres. En el hemisferio norte del planeta pronto llegarán las vacaciones
escolares del verano y por ello, quizás, más riesgo de permanecer más tiempo
delante del televisor.
La televisión tiene muchas cosas buenas. Gracias a ella los
niños aprenden como es el mundo fuera de su casa, de su colegio, su barrio o de
su ciudad. A los niños les apasionan los animales, se quedan hipnotizados
cuando ven un caballo, una vaca o un cordero, la televisión no solo les permite
verlos pasivamente, también integrarse dentro de este mundo mágico animal o
marino. Gracias a la televisión pueden observar y vivir como acarician los animales
a sus crías, como alimenta un pájaro a sus hijos o como juegan los peces en el
mar.
Este medio audiovisual les permite hacer viajes a otros
lugares, conocer los océanos, la selva, las montañas, el cosmos y otros
lugares inaccesibles que no solo les entretienen, también les enseñan.
La televisión educa, puede ser un poderoso instrumento de
enseñanza porque los conceptos les entran por la vista, los oídos y las
sensaciones. La televisión bien empleada puede reforzar hábitos y potenciar
valores, como el respeto a los demás y al medioambiente, las ventajas del
consumo de frutas, verduras y otros alimentos, la utilidad del ejercicio físico
y el deporte y muchos otros más. Sólo depende de los padres la elección de los
programas adecuados.
La televisión es una realidad en el mundo actual, es inútil
intentar vivir sin televisión porque si tú no tienes aparato de televisión, tu
hijo se escapará a la casa de un amigo para verla. La televisión tiene
inconvenientes pero también muchos efectos beneficiosos, como la capacidad para
enseñar y adquirir conocimientos, cultura, reforzar valores y ampliar el lenguaje.
Para esto es recomendable elegir programas adecuados a la edad, sencillos,
cortos, atractivos y entretenidos.
Consejos para optimizar los beneficios de la televisión
en los niños:
< Elige los
programas realistas, interesantes y divertidos que enseñen, ensanchen y aumenten
los conocimientos.
< Apaga la
televisión durante la comida familiar y en los momentos en los que la familia
esta junta hablando sobre sus cosas.
< Aprovecha el
potencial educativo de la televisión para enseñar a tu hijo, la ética, la bondad,
la belleza, el arte, la música y la cultura. En cualquier edad son recomendables
programas que aumenten su formación sobre geografía, historia, vida de los
animales, el cuerpo humano, ecología, respeto del medioambiente y otros muchos
más. Graba estos programas o adquiérelos para que pueda verlos muchas veces.
LA TELEVISIÓN. INCONVENIENTES PARA EL NIÑO (El Mundo,
14 de agosto de 2009)
La televisión puede tener efectos negativos sobre los niños,
especialmente cuando se emplea sin control, por tiempo ilimitado o prolongado
cada día. Peor aún es cuando la ven en soledad, sin que sus padres o algún otro
adulto cercano comenten o maticen lo que están viendo.
Las imágenes de violencia reiteradas que ofrecen
tanto las películas como los programas de noticias, repercuten negativamente en
la agresividad de los niños. Esta información no sólo les convierte en más
agresivos, también hace que toleren o acepten la violencia como forma de
resolver sus problemas, haciéndoles insensibles al horror de la violencia.
La vida normal de los niños no está rodeada, como aparece
con frecuencia en la televisión, de guerras, bombas, golpes, ni muertes. Suele
ser una vida normalizada de familia, amigos, colegios y deberes escolares. Los
niños, incluso los más pequeños, pasan muchas horas viendo la televisión,
aunque parezca que no les interesa, que no miran, esta información la están
recibiendo constantemente, ya que en muchos hogares la televisión esta casi
siempre encendida.
No es adecuado que los niños menores de ocho años vean los
diarios informativos, las noticias, ni aquellos programas en dónde la violencia
aparece con frecuencia. Los niños mayores y adolescentes pueden imitar las
conductas violentas, identificarse con los individuos violentos, los que siempre
vencen despreciando a las víctimas, conductas que pueden reproducir en su
ambiente.
El 'bullying' o la violencia entre iguales es un fenómeno
que se expande en los colegios públicos y privados, en los hijos de familia de
alto, medio o bajo nivel económico y social, posiblemente porque imitan lo que
ven en las películas de la televisión.
Es aconsejable que los padres controlen no sólo los
programas, también el tiempo de televisión de tus hijos, más de una o dos horas
diarias es excesivo.
La televisión puede enseñar ideas erróneas de la realidad,
porque aparece un mundo y una sociedad, la que corresponde al que hizo la
información o la película y a su entorno. Éste es diferente del real, quizás es
un mundo inalcanzable para el niño que ve la televisión, pero no por ello menos
apetecible. La posesión de artículos de lujo, coches o costumbres que parecen
gratuitas, entretenidas y agradables, contagian rápidamente a los niños de
cualquier sociedad.
Esto hace que los niños demanden unas condiciones de vida,
de casa, padres, coches, zapatillas, modas y juguetes, que favorece el
consumismo, especialmente el de una marca o tipo determinado. Induce la
imitación en la forma de ser, hablar, vestirse o comportarse, a copiar
modelos no siempre adecuados a la forma de entender por los padres el
presente y el futuro de tu hijo.
Otras veces la televisión enseña un mundo imaginario no
real, lleno de fantasías que confunden a los niños pequeños. Los personajes
reales o los muñecos mueren y reviven, se caen y se levantan, vuelan, saltan
por precipicios o pasan por el fuego sin que les afecte, los animales y los
pájaros hablan y cantan, toda esta fantasía puede inhibir la creatividad de los
más pequeños haciéndolos observadores pasivos. Los niños deben estar jugando
activamente en su mundo real, no es uno ficticio o fantástico.
La realidad, respecto a los anuncios de la televisión,
muchos de ellos específicamente dirigidos a los niños, incluso a los de edad
preescolar, son con frecuencia engañosas. Luego, cuando se reciben estos
juguetes, no son o no hacen lo que decían los anuncios, creándose un
sentimiento de frustración y desengaño por poseer algo diferente de lo
esperado.
Consejos para evitar los perjuicios de la televisión en
los niños:
La televisión nunca puede sustituir las relaciones
familiares, por eso durante las horas de las comidas y aquellas otras empleadas
para las relaciones entre padres e hijos, la televisión debe estar apagada.
< La televisión favorece la obesidad, no sólo
porque dificulta la actividad al aire libre y el ejercicio físico,
especialmente en los niños de edad escolar y adolescentes, también porque
durante este tiempo comen más. Esta comida suele ser basura, patatas fritas,
palomitas o productos similares, todos ellos ricos en calorías, grasas y sal.
Además, durante este tiempo de televisión se 'contaminan' de los múltiples anuncios
de refrescos, colas, batidos, dulces, golosinas y comida basura. Varios estudios
han demostrado que los niños que ven más horas televisión, tienen más riesgo de
ser obesos, juegan menos y hacen menos deporte.
< La televisión en exceso disminuye la capacidad del
lenguaje de los niños mayores, porque para que éste se desarrolle es
necesario el entrenamiento que se realiza con la conversación activa, directa
con los demás o mediante la lectura. La televisión no permite preguntar las
dudas, solicitar repeticiones de lo escuchado, y con frecuencia el lenguaje es
muy rápido y complicado.
< La televisión contribuye al fracaso escolar. Se
ha encontrado una asociación entre el rendimiento escolar y permanecer más de
dos horas diarias viendo la televisión.
Siempre es más cómodo y agradable sentarse pasivamente a ver la televisión que
estudiar o realizar los deberes escolares. Además, después de ciertos programas
los niños están nerviosos y excitados, siendo más difícil lograr la concentración
necesaria para estudiar.
< Vea la televisión en compañía de su hijo, así podrá
comentar, potenciar o amortiguar las noticias.
Recuerde que la televisión es buena y mala, solo depende de
cómo los padres elijan el tipo de programa, el tiempo y el momento para que su
hijo se siente frente a ella.
EXTRAÍDO DE: http://antonioalmagro.es/
(WEB PROFESOR DE SAFA-ÚBEDA (JAÉN) (17/11/2012)
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